Las armas de fuego son dispositivos diseñados para propulsar uno o varios proyectiles a través de la presión creada por la combustión de un propelente. En las armas de fuego antiguas el propelente era la pólvora negra, pero en las armas modernas lo que se utiliza es pólvora sin humo. Hoy en día, para muchas armas antiguas se utiliza pólvora negra, incluso por cuestiones estéticas.
Dentro de las armas de fuego no quedan enmarcadas, por ejemplo, todos aquellos dispositivos que lanzan proyectiles mediante gas comprimido. Algunas armas de fuego están diseñadas para no ser letales y solamente provocan una incapacitación transitoria o tener efectos disuasorios, pero otros se destinan al combate o a la caza. A diferencia de las armas blancas, para las que no es necesario disponer de licencia, para llevar armas de fuego si es necesario. De hecho, no se pueden comprar armas de fuego sin ella. Además, deben ser documentadas e identificadas con un número de serie que permita identificarlas fácilmente.
Gracias a la tecnología moderna, el uso y la fabricación de armas de fuego ha evolucionado de manera considerable en los últimos años, sobre todo desde la invención de sistemas muy efectivos de cartuchería metálica que han hecho posible que las armas de retrocarga sean más seguras y eficaces por su adecuada obturación de los gases dentro de la recámara, la facilidad para introducir la munición y la rápida recarga.
No obstante, aunque tienen características comunes, lo cierto es que pueden variar mucho de una a otra. Pudiendo establecer clasificaciones tanto en función del tamaño como del calibre, la forma del disparo o el tipo de cañón. Veamos con más detalle cuáles son los tipos de armas de fuego que podemos encontrar:
- Podemos clasificar las armas de fuego en dos grandes grupos: las largas y las cortas. Las armas de fuego largas, por ejemplo los rifles, suelen incorporar una bayoneta, que es un arma blanca muy afilada. Usadas generalmente en los combates de cuerpo a cuerpo en caso de no haber balas. Algunas de ellas son las escopetas, los fusiles de combate, las carabinas, las ametralladoras, los fusiles de francotirador, los fusiles antimaterial, los fusiles de tirador designado y los fusiles de asfalto. Por su parte, las armas de fuego cortas son, por ejemplo, los revólveres, las pistolas y las pistolas ametralladoras.
- Por su forma de transporte pueden ser portátiles o no portátiles. Las portátiles pueden ser transportadas por una única persona, como las escopetas, los fusiles o los revólveres. En cambio, las no portátiles son aquellas que requieren de dos o más personas para ser transportadas, como los morteros, los cañones o las ametralladoras.
- También pueden clasificarse en función de las características del cañón. Las armas de fuego es que tienen distintos tipos de ánima, el interior del cañón. Un arma es de ánima lisa o rayada en función de muchas características importantes para su función. Las armas de fuego de ánima estriada presentan surcos grabados en el interior del cañón. De ahí su nombre. Puede ser carabina cuando el largo del cañón no supera los 560 mm de longitud cuando se sobrepasa dicha medida. Las armas de fuego de ánima lisa son las escopetas, que no presentan estriado en el interior del cañón.
- Además, en base a la carga que proyectan en cada disparo, también existen distintos tipos de armas de fuego: las armas de proyectil único o bala y las armas de proyectil múltiple, siendo la munición de estas últimas las postas, la metralla y los perdigones.
- Por el calibre del proyectil, que se mide en fracciones de pulgada o en milímetros, también hay diferentes tipos. Se suele indicar el largo y el diámetro del proyectil. Los calibres más habituales que podemos encontrar en armas cortas son 0,22, 0,25, 0,308, 0,32, 0,357, 0,38, 0,380, 0,40, 0,44, 0,45 y 0,50. No obstante, las que se usan para la cacería pueden presentar calibres de hasta 0,80.
- Según la manera en la que disparan, podemos encontrar armas de tiro a tiro, de acción de cerrojo, de repetición, de acción de palanca, de acción de bomba, automáticas, semiautomáticas y de combinación.
- Las de tiro a tiro son aquellas que pueden efectuar un único disparo, por lo que es necesario abrirse y extraer la vaina de manera manual para sustituirla por otro cartucho, como es el caso de las escopetas de caza.
- Las armas de repetición son aquellas en las que la munición se guarda dentro del cargador y en las que es necesario accionar un mecanismo manual para subir la munición en la recámara desde la que se realiza el disparo. Los sistemas para accionarse pueden ser de corredera, de cerrojo o de palanca.
- Las armas automáticas son aquellas que producen una sucesión de disparos con sólo mantener presionada la cola del disparador. Es el caso de las pistolas ametralladoras y de los fusiles automáticos. Por lo general, este tipo de armas de fuego cuentan con un selector de tiro que permite al tirador elegir entre dos opciones de operar: automático o semiautomático.
- Por último, las armas semiautomáticas cuentan con un sistema de tiro a través del cual la munición se carga de manera automática después de haber efectuado el disparo, pero debe volver a tirarse del gatillo para disparar de nuevo.
- Según la forma en la que se carga la munición en armas de avancarga, cuando la carga se suministra a través de la boca del cañón, y armas de retrocarga, cuando la carga se suministra por la culata.
- Por su forma de uso, las armas de fuego pueden ser de puño o de hombro. Las de puño están especialmente diseñadas para ser utilizadas con una sola mano, como los pistolones de caza, las pistolas y los revólveres. Las de hombro son aquellas que requieren del empleo de ambas manos y de apoyar el arma en otra parte del cuerpo del tirador, como el hombro. Es el caso de las pistolas-ametralladoras, las escopetas y los fusiles.