Cazar en grupo es siempre más recomendable que ir solo porque en el caso de producirse algún accidente, podemos contar con el apoyo y la asistencia de otras personas. Aunque creamos que es bastante improbable, lo cierto es que un despiste, una equivocación o un arma en mal estado pueden terminar causando un incidente indeseado.
Por este motivo, siempre debemos ir acompañados como mínimo de otro cazador y hasta una cantidad máxima que no influya negativamente en el adecuado desarrollo de la actividad. El número promedio de personas del grupo variará según la modalidad que vayamos a practicar. Por ejemplo, no es recomendable ir en grupos muy grandes cuando hacemos tiro al perdigón debido a los riesgos de que se produzcan disparos cruzados que pongan en riesgo a los participantes.
¿Qué dice la ley sobre los grupos de caza?
Según el art. 53 del Decreto 506/1971 que aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley de Caza, “en todos los casos en que se avisten grupos de cazadores que marchen en sentido contrario o que vayan a cruzarse, será obligatorio para todos ellos el descargar sus armas cuando tales grupos se encuentren a menos de 50 metros unos de otros, y en tanto se mantengan de frente respecto al otro grupo”.
Además, en el art. 3 se menciona que los menores tienen que estar siempre acompañados por un adulto: “para cazar con armas de fuego o accionadas por aire u otros gases comprimidos será necesario haber cumplido 18 años o ir acompañado por otro u otros cazadores mayores de edad. A estos efectos se considera que un menor de 18 años va acompañado por otro cazador mayor de edad cuando este último esté en posesión de una licencia de caza clase A o D y la distancia que los separe del primero le permita vigilar eficazmente sus actividades cinegéticas. En ningún caso esta distancia será mayor de 120 metros”.
Así pues, la legilsación actual permite que se pueda cazar en grupo, pero no marca ningún límite en lo que respecta a la cantidad de personas que pueden participar en él. En términos generales, podríamos decir que un grupo de entre 4 y 5 personas es lo ideal para cazar cómodamente sin que unos se estorben a los otros. De este modo, además de cazar con mayor seguridad y respaldo, también tendremos la opción de compartir un mismo vehículo para realizar los desplazamientos.
Medidas de seguridad para cazar en grupo
- Cuando se practica la caza en grupo, es esencial extremar las medidas de precaución en cuanto a las armas. Esto quiere decir que debemos estar siempre atentos a la escopeta ya la posición de todos los miembros, de manera que ningún error acabe en una catástrofe.
- Cuando vamos solos es fundamental ser silencioso para que las distintas especies de animales no puedan detectarnos, pero todavía lo es más cuando vamos en grupo. Debemos avanzar con paso firme y prestando atención al entorno para que nada pueda delatarnos. Hay que tener en cuenta que los animales suelen tener unos sentidos muy desarrollado, por lo que es importante pasar desapercibidos para que no salgan huyendo.
- El trayecto que se hace hasta el lugar concreto, la escopeta deberá ir descargada y solamente se preparará cuando se vaya a comenzar a disparar.
- Es recomendable establecer una señal entre todos los participantes del grupo que comunique cuando se puede empezar la actividad.
- El hecho ir de caza con otras personas no tiene que hacer que nos confiemos. Por este motivo, es recomendable suspender la jornada de caza cuando las condiciones climatológicas no nos acompañen, como una excesiva niebla o una fuerte tormenta que pueda reducir la visibilidad y aumentar el riesgo de sufrir un accidente.
- En aquellos momentos en los que no estemos cazando, el arma tiene que mantenerse siempre descargada o con el seguro puesto, y apuntando hacia el cielo o el suelo, pero jamás hacia otro compañero.
- Es esencial saber siempre dónde están los otros participantes y accionar el gatillo únicamente si tenemos la completa seguridad de que el objetivo es un animal y no una sombra que podría corresponderse con una persona.
- Una vez terminada la jornada, hay que evitar probar el arma o hacer otro tipo de maniobras con ella que aumenten todavía más el peligro, sobre todo si todos los miembros del grupo se encuentran cerca.
- A pesar de que la caza en grupo invita beber, lo cierto es que practicar la caza bajo los efectos del alcohol supone un gran peligro, pues hace que nuestros reflejos disminuyan y que no estemos en las mismas condiciones que si estamos sobrios.