Una de las mayores batallas durante la caza en verano es el calor. A veces, puede llegar a ser francamente brutal e incluso inseguro si no tienes cuidado.
Lidiar con temperaturas abrasadoras es un mal necesario si quieres salir a cazar en esta época del año. Conpactum quiere que te mantengas seguro, por eso te traemos algunas formas para sobrellevar el calor.
La sombra es la clave
Lo más obvio que hay que hacer durante los días de verano es buscar la sombra. El sol es implacable durante esta época y tendrás que hacer todo lo posible para controlar su efecto sobre ti. La sombra te quitará el estrés del sol que te golpea y te dará un poco de alivio. Intenta trazar tus lugares de descanso en los lugares donde hay sombra. Hacerlo te permitirá permanecer allí durante más tiempo, lo que significa más tiempo de descanso. Presta atención a los árboles y demás, como grandes formaciones de roca. Un cazador puede pasar bastantes horas frente a una pared de piedra sombreada. Además, esas rocas a la sombra suelen estar frescas por las temperaturas nocturnas.
Sin embargo, a veces no hay sombra. ¿Qué puedes hacer entonces?
Crea tu propia sombra
Cuando te encuentres en una zona quemada o en zonas desérticas, a veces hay poca o ninguna sombra a la vista. Además de intentar mantenerte fresco, tienes que tener en cuenta dónde están los animales. Si el mejor lugar desde el que puedes vigilar esa zona no tiene sombra, es hora de ser creativo. Llevar una pequeña lona en la mochila es una gran opción para crear tu propia sombra. Son ligeras y se montan rápidamente. También es genial para cuando lleguen esas tormentas de verano y necesites resguardarte de la lluvia. También hay pequeños paraguas que se acoplan a tu trípode para hacer fotos. En casos desesperados, también puedes utilizar ropa atada a las patas de un trípode o unas ramas para hacer sombra.
Protégete del sol
Llevar protector solar puede ser algo que los cazadores rechazan, por el olor que desprende, pero cuando se trata de la salud, el olor debe pasar a un segundo plano. Lo mejor es llevar contigo un protector solar SPF 50 en la mochila.
Sin embargo, aparte de la protección solar, intenta mantenerte cubierto en la medida de lo posible. Aunque haga calor, las camisetas de manga corta, pantalones cortos o no llevar sombrero, no son buenas ideas. La mejor opción es ir cubierto de pies a cabeza con la capucha puesta o al menos con un sombrero. La misma rutina se aplica a las manos. Cubre con la manga la mayor parte de la mano, o lleva un guante muy ligero. Cubrir la mayor cantidad de piel posible es una gran solución para evitar quemarse.
Mantente hidratado
Es absolutamente necesario que te asegures de estar hidratado. Con todo el sudor que sale de tu cuerpo por el calor, reponerlo es vital. Si de repente no sudas, será mejor que empieces a tomar agua. Esto significa que estás deshidratado y en camino de sufrir un golpe de calor. Lo mejor es detenerlo en seco, ya que el golpe de calor es un asunto desagradable. Lleva todo el agua que puedas cargar.
Además de beber agua, también es muy importante mezclar algunos electrolitos para reponerlos. Bebidas para deportistas o isotónicas cumplen esta función, y además rompe la monotonía de beber sólo agua.
Conoce tus límites
Todos somos diferentes y podemos soportar distintos grados de castigo. En este caso, estamos hablando del sol, pero la idea es muy amplia con la caza. Conocer tus límites consiste realmente en ser honesto contigo mismo. No te preocupes por los límites de los demás, porque son suyos y sólo suyos. Presta atención a tu cuerpo y a cuándo necesita ciertas cosas. Algunas personas tienen que beber mucha más agua que otras.
Otra razón para conocer tus límites es la seguridad. Hay más de una persona que puede ser muy testaruda y, a veces esa cabezonería puede meterte en problemas. Si tienes que hacer un descanso durante una excursión para reponerte, no te sientas menos por hacerlo. Escucha a tu cuerpo.
Si se gestiona bien, no hay ninguna razón por la que no puedas salir y pasarlo en grande con el calor del verano.