La lubricación de las armas de caza es esencial para mantener su funcionamiento óptimo y alargar su vida útil. Aunque muchas veces lo pasamos por alto, lo cierto es que esta práctica puede se la diferencia entre un arma que dispara con precisión y suavidad y una que presenta fallos y un desgaste prematuro. Y es que la fricción entre las piezas móviles de un arma puede provocar un desgaste excesivo, reduciendo notablemente su precisión.
Con lo cual, la lubricación regular no solo garantiza un funcionamiento suave, sino que además ayuda a prevenir problemas mecánicos y a mantener un óptimo rendimiento de tus armas de caza. Pero además, ayuda a proteger contra la corrosión y el deterioro causados por la exposición a la humedad y otros elementos ambientales, garantizando una mayor durabilidad y fiabilidad de las mismas a lo largo del tiempo.
Tabla de Contenidos
¿Por qué es importante lubricar tus armas de caza?
Las armas de caza sufren un considerable estrés mecánico cada vez que se disparan, lo que puede provocar fricción entre las piezas móviles del arma y conducir a un desgaste prematuro, haciendo que no funcione correctamente.
De esta forma, al proporcionar una capa protectora entre las superficies metálicas en contacto, la lubricación ayuda a reducir esta fricción, lo que, además de facilitar un funcionamiento más suave del arma, ayuda a prevenir el desgaste excesivo y la corrosión, especialmente en ambientes húmedos o con cambios extremos de temperatura.
¿Cuándo debes lubricar tus armas de caza?
La frecuencia con la que debes lubricar tus armas de caza depende principalmente de la frecuencia de uso, las condiciones ambientales y el tipo de lubricante utilizado. Generalmente, es recomendable que limpies y lubriques tus armas después de cada sesión de caza o de práctica en el campo de tiro.
Presta especial atención a las áreas en las que se producen movimientos mecánicos, como el mecanismo de disparo, el cerrojo y el cargador. Y es que suelen ser las zonas en las que se acumula más suciedad y que sufren más desgaste, por lo que requieren una lubricación regular para mantener su funcionamiento en buenas condiciones.
Además, también es importante lubricarlas antes de almacenarlas durante períodos prolongados. De esta forma, las protegerás de la corrosión y el deterioro causados por la humedad y otros agentes ambientales.
¿Cómo lubricar tus armas de caza?
A continuación te explicamos cuáles son los pasos específicos para lubricar correctamente tus armas de caza:
Paso 1: Limpieza previa
Antes de aplicar el lubricante, asegúrate de que esté limpia y libre de suciedad y residuos. Utiliza un kit de limpieza de armas para limpiar todas las superficies, prestando especial atención a las áreas en las que se producen movimientos mecánicos. De esta forma, el lubricante se aplicará solamente sobre las superficies limpias y no se mezclará con la suciedad, lo que podría reducir su eficacia.
Paso 2: Selección del lubricante adecuado
No todos los lubricantes son iguales, por lo que es importante que elijas el más adecuado para tus armas de caza. Escoge uno diseñado específicamente para armas de fuego que ofrezca protección contra la corrosión y el desgaste. Evita el uso de lubricantes genéricos o domésticos, ya que no siempre proporcionan la protección adecuada e, incluso, podrían llegar a dañar algunos componentes
Paso 3: Aplicación del lubricante
Una vez que hayas seleccionado el lubricante adecuado, aplica una cantidad moderada en todas las áreas donde se producen movimientos mecánicos. Esto incluye el cerrojo, el mecanismo de disparo, el cargador y cualquier otra parte móvil visible. Eso sí, asegúrate de no excederte con el lubricante para evitar atraer más suciedad y residuos.
Paso 4: Distribución uniforme
Después de aplicar el lubricante, utiliza un paño limpio y seco para distribuirlo uniformemente sobre todas las superficies. Esto garantizará que el lubricante llegue a todas las zonas necesarias y que no se produzca una acumulación excesiva en ningún lugar. También puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves para llegar a áreas de difícil acceso y asegurarte de que estén completamente lubricadas.
Paso 5: Prueba de funcionamiento
Una vez que hayas aplicado el lubricante, realiza una prueba de funcionamiento de tu arma para asegurarte de que todo funcione correctamente. Asegúrate de que el cerrojo se deslice suavemente y que el mecanismo de disparo se accione sin problemas. Si notas cualquier cosa extraña, vuelve a aplicar lubricante y realiza otra prueba hasta que se haya solucionado.